So far, so why...

En medio de este frío, notamos nosotros tres la primavera. Es un frío contento y alegre, algo alto de acetonas, gurrumininas y leucocitos, pero contento. El fino y controlable discurrir de estos días nos hace retomar posiciones, como el coma inducido, como el sofá y la televisión para los americanos. Desde el lunes, estamos dejando que sucedan las cosas como sin ganas, pero considerando lentamente, como pensándote. Porque es tibieza de primavera, de entretiempo, de esos ojos gitanos que se fueron el lunes a tierras mas gélidas y mi cama, de paso, también más fría. Y así pues que está todo más frío es el momento de pensar, conjeturar, hipotetizar, para elaborar un plan de acción que me permita mantener todo bajo control, creciendo a ser posible, e ir a verte pronto ya...

Desavenencias varias.

Nos sentimos, desde nuestra renovada ciénaga, solos de cojones. La separación, el rencor, nos reconcomen. Debo ser una bestia de persona para no merecer ni la cordialidad. Intentamos renovarnos, limpiar, adecentar, pulir, seguir al fin y al cabo, pero hay días como hoy en los que nos es imposible levantar el cráneo del suelo y dejar de canturrear letanías de explosión y muerte. Nos pesa, nos duele y nos tememos que todo ello no sea por su parte otra cosa que un ademán de desagrado, un castigo ejemplar impuesto bajo un criterio de cristal roto. En estos días nos llegamos a preguntar qué hubiera pasado si, tal vez se podría haber... lo que viene a ser ese remordimiento sordo de cuando uno no acaba de saber bien lo que hizo mal o lo que omitió o lo que sea. Lo cierto es que seguimos en la brecha, aún sin su venia.
Además, Al, Euchrid y yo tenemos ganas de rodaje tras los éxitos cosechados con el Sr. Fin en algún festival internacional de cortometrajes en 35 mm. La televisión da de comer pero no hace feliz al hombre, dice un antiguo proverbio chino. Seguimos preparándonos para cuando llegue el momento...

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Tras la pequeña muerte viene siempre el renacimiento dice Escohotado en uno de sus enciclopédicos libros sobre los venenos. Euchrid, Al y yo, tras una pequeña muerte bloggera, hemos estado considerando varias noches seguidas, en los mejores clubs de la ciudad, y en varias ciudades, que debemos continuar con la escupidera terapéutica que es Euchrid's World. Esto es, que nos desdecimos, que no que nos arrepentimos. No entraremos en los dimeleporquefuere de la interrupción, además de evidentes son desagradables, así que a otra cosa. Pensamos en cambiar de dirección, pero nos pareció sucio cortar por lo sano por lo que finalmente nos quedamos como estábamos pero con los posts más antiguos archivados y accesibles, a modo de punto y aparte. Lo cierto es que estamos ahí, de punto y aparte, de apartar una parte que nos ha partido bien partidos.
Pero hay que ser un poco como el aire, sin detenerse y que no se ve, que se cuela por tus ojos cuando duermes ahí tan lejos, tan pequeña, que surfea por esos labios tan gitanos. Por ello podemos concluir en que no nos detenemos, sino que cogemos carrera, aunque ahora estemos un poco doloridos mentalmente tras la enormemente festiva entrada en el año nuevo cortesía del Sr. y la Sra. Fin otro año más. Besos y que el año nuevo nos llene a todos de luz, de magia y de amor.