15 febrero 2008

Around a telephone y hospitales.

Así de serios nos encontrábamos Euchrid Al y yo hace unas semanas en el puto hospital. Nos han cosido, rajado,violado, postrado, sondado, perforado, hundido, arrancado, entubado, sedado y de paso nos han salvado la vida. No es nada cómodo lo del tubo en la nariz, aunque lo parezca. Hemos sentido el dolor de verdad, adentro, del que crees que te mueres, y el miedo de no saber lo que te ocurre y la desesperación de ver que, allí, la prioridad no pareces ser tu, y todo tarda mucho mucho tiempo, y a ti te duele mucho mucho dolor, y nadie parece saber la causa y gritas y agarras fuerte la sábana, tratando de no morderte los carrillos demasiado fuerte porque duele mucho mucho aquí en la tripita y manteniendo la serenidad, que no es poco. Y nos levantamos porque Al no deja de gritar que quiere más sedantes y no nos pueden dar más y por fin llega al médico y nosotros en el pasillo aferrados a la barandilla llorando y gritando y suplicando de dolor porque duele mucho la tripita, pero no en el lado de la apéndice que me quitasteis hace unos días sino al otro lado y en el estómago y por todo, y no puedo contener las lágrimas pero sí los gritos de dolor. Más drogas, más dolor, menos gritos, menos lloros, ya sólo gemidos, y de regalo un tubo por la nariz hasta el estómago porque mi cuerpo ha decidido detenerse ahora que ya nos han operado y que planeábamos marcharnos a casa. Parece que nos quedaremos una semanita más...
Ahora ya estamos aquí en la 34-4 y todo parece volver al sitio. Sin embargo, nada más salir de aquella habitación infecta con cuatro enfermos y los correspondientes familiares respirando y sudando, nada parecía ir bien. Han pasado las semanas y, al fin, notamos mejoría y un poco de equilibrio, no mucho. Ya no da miedo salir a la calle, ni ir en coche, ni levantarse del sofá, ni la hora en que sube la fiebre. Al menos no más que de costumbre. Desde hace unos días, incluso, y después de casi mes y medio de convalescencia, podemos animarnos y en la mesa de comer hacemos animaciones ya que no nos dejan ir a trabajar de momento. Ahí la dejamos. Recomendamos pantalla completa porque Euchrid insistía en hacerlo oscuro, oscuro...

1 Comments:

Blogger María said...

Tengo un nudo en el estómago. No tan grande como el de tu barriguita, pero grande. Porque siempre estoy lejos, y siempre estoy callada aunque esté cerca, pero esta vez estaba demasiado lejos. A pesar de las nuevas tecnologias 2500 kilómetros siguen siendo muchos kilómetros. O al menos los suficientes para que todo el mundo te quiera suavizar las cosas, aunque tú sepas que las sábanas de un hospital nunca pueden ser suaves, y para que mi voz que tanto molesta a tus oídos no llegara. Seguiré practicando.
Te mando un monton de cosas buenas desde aquí.

2:08 p. m.  

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