La noche más larga.

Anoche fue la noche más larga de todas las noches del año. Para nosotros, en cambio, toda esta semana ha sido la noche más larga del mundo entero y de más allá, porque te veía sufrir, mi pequeña y todo el mundo se encogía en mi estómago y me daba cuenta de que el mundo no me podía ofrecer nada si tú estás mal. Hemos comprobado como cada atardecer desde la suite 903 era más bello que el anterior, y parecía que el universo entero deseaba que te pusieras pronto bien, y que el hospital era sólo un macabro decorado. Porque yo te quiero, mi princesa, porque cada momento contigo vale una vida, porque allá donde vas dejas de ser un número para brillar con luz propia, porque todas las enfermeras te adoran, los cirujanos y celadores te cortejan, porque eres especial, muy especial, la más especial, y yo te quiero con locura y cada día aprendo de ti y es que eres tan pequeña y tan preciosa como nada puede serlo en este mundo. Ha sido muy duro. No has acabado tu primera película, pero la película más bonita del mundo sigue y eso es lo importante. Ciertamente ni Euchrid, ni Al ni yo pensamos nunca que toda esa talla humana y toda esa belleza fuera vulnerable pero lo es, lo somos. Nosotros vinimos de la ciénaga, pero tu vienes del cielo, de las montañas, de la misma matriz de la tierra porque tus ojos son de luz, tus manos de aire, tu corazón de fuego y tu tenacidad de piedra y yo no puedo más que sucumbir ante todo eso y amarte de la única manera de la que soy capaz: incondicionalmente. Y ahora sólo queremos que vuelvas pronto a casa, que todo no haya sido más que un mal sueño que da comienzo a una nueva etapa llena de vida, de energía, en la que el amor nos mantenga alejados del miedo y tu mirada una redención que viene del sur.