02 septiembre 2007

Sepriembresssssss ...

Ya empieza la brisa de septiembre. El sol vaguea, la gente vuelve al trabajo, pero Al, Euchrid y yo nos vamos con Winnie de vacaciones a vaguear como el sol de septiembre, así que nos vamos al sur, a perseguirlo. Que se jodan los hospitales, que desaparezcan las alarmas, las prisas, las incertidumbres, los cobardes y el miedo: a la mierda con ello.
Por las noches entra la brisa de septiembre por el ventanal y los gritos de la calle huelen a calor y a destilados y nos tapa sólo una sabanita porque queremos dormir tapados siempre por si acaso. Y planeamos ir de costa a costa y de costa a isla, pero a pesar de tanto mar no olvidamos que, con la brisa de septiembre, llega la recuperación total de Winnie y el principio de la temporada de escalada... casualidades.
Septiembre se llama así porque en el calendario romano ocupaba el séptimo lugar, pero luego el tiempo se expandió como el chicle de Einstein para que en un año diera tiempo a hacer más cosas porque lo de los siete meses sabía a poco y tal. El caso es que se trata de un mes un poco especial para nosotros desde siempre y esta vez más. Es el mejor septiembre desde siempre.
Y en este septiembre acabamos todas las frases con eses, remarcándolas porque es lo que se lleva ahora en la casita feliz de Al, Euchrid, Winnie y yo.