Euchrid on flames.

Hoy lo vuelvo a ver todo en llamas. Foto fea para un día feo. Así estamos, a contraluz. Y no quiero oír ni una sola palabra de ánimo porque me pongo peor y entonces si que reviento. La pena y el perdón para los católicos y los judíos. El rollito moral judeocristiano como que no nos va a Al, Euchrid y a mi. En realidad no me pasa nada, sólo que de nuevo estoy inquieto, en llamas, todo en llamas, tu pelo en llamas, la casa en llamas, la calle en llamas, la gente en llamas, el mar en llamas, siempre le he querido prender fuego a la mar. No sabemos aquí la trinidad of pain management, o sea Euchrid Al y yo, como gestionar estos momentos. Estamos a contraluz, desasosegados, desencantados y sin dinero. Hoy es uno de esos días en los que no me costaría nada destrozar un coche con mis manos o pelarme los nudillos a mordiscos. En vez de eso me he ido a escalar al rocódromo hasta que no me quedaba piel en las manos, más sano y más mejor en definitiva. En días como hoy la palabra autodestrucción se instaura en mi mente y Al me llama para ver si salimos hoy. Siempre le contesto que no, que no es el momento. Nunca es el momento. Y quien lea esto me debería enviar a la mierda porque quién soy yo para vomitar mis penas en medio de la web dónde otros pueden leerlo. Si leyera esto de otra persona pensaría que es un puto niñato que no sabe lo que son los problemas de verdad, lo se. Pero es que no se que hacer con lo nuestro, ni con lo mío ni con nada...