TEMPUS FU(CK)GIT

Y me asomo a la mirilla de mi alma y veo tantas cosas que me asusto y me crece la nariz y se me hace tan grande como en la foto. Conocí, allá en la ciénaga, la manera de ver que la medida de las cosas es algo bárbaro y arbitrario y que no tengo miedo a morir y todo eso, pero también descubrí el pánico y el amor y, por qué no, también el miedo y la música y tal. Porque estar así es como no estar, que no es lo mismo pero es igual. Y al fin y al cabo la metalurgia que tengo en el corazón no deja de procesar mil y una toneladas de plomo que pesan tanto como la bolsa en la que están metidas y que cada dia no se me hace más pesada extrañamente. En serio que soy un descuidado y me cuesta tomar las riendas de mi vida que es como un caballo de estos de las películas que sale corriendo cuando el malo dispara y tal. Pero me gusta vivir al dia porque si vivo al mes o al año me parece que vivo menos porque es que resulta que hay más días que meses, claro. Es lo que tienen los dias y los meses y los años y toda esta estúpida manera de cuantificar la vida que se inventaron los suizos, porque supongo yo que esto es cosa de los suizos que son los que inventaron los relojes, no?. Y el jueves cumplí 25 y cada dia que pasa estoy más cerca de los 30 y me da un mal rollo que no veas porque cuando yo era pequeño y tal pensaba que con 25 años ya estaría totalmente formado como persona y que tendría una/la vida solucionada, que no tendría problemas a fin de mes y eso y que lo tendría todo clarísimo en la vida y una casa y un coche y toda esa mierda que se supone que debe hacer uno cuando es mayor. Pero que va! para nada! no sospechaba yo que era tan divertido esto del alquiler y no tener nunca un duro y ser un gamberro y un gandul y estar emocionalmente en constante evolución y estar intelectualmente intranquilo siempre y salir a la calle y ver cosas nuevas cada dia y no estar de vuelta de nada sino en constante camino cada dia y todo eso que está muy bien pero no es lo que yo pensaba que serían las cosas cuando yo era pequeño. Y es que cuando yo era pequeño era muy disciplinado, reglado e inteligente, llevaba el flequillo hasta los ojos y nunca nunca aprendí ni me gustó jugar al fútbol, prefería andar con las chicas. En eso no he cambiado mucho tampoco. Lo que siempre me ha gustado es mirar al cielo y también hacerle fotos. El cielo es la ostia de grande, y de profundo, y aunque esto parezca una obviedad os juro que es tan difícil como llegar a fin de mes darse cuenta realmente de lo grande y profundo que es el cielo. El cielo se sale y es muy grande. Mola el cielo.