11 enero 2006

PASEANDO CON LA SEÑORITA K. POR LA PAUSA Y EL RITMO OBCISO


Estuvo Euchrid en un guateque interesante en el que, a dos platos, ponían bombo a negras para malditos. Y como de malditos andaba la cosa, pos para allá que se había ido el Euchrid, acompañado entonces (cómo te echamos de menos Al!!) de El Alakran. Porque entonces El Alakran todavía no se había ido de vacaciones. Pues bien, al lio: habían allí algunas decenas de malditos amigos de El Alakran, a los que Euchrid siempre miró con una mezcla de respeto y asco, que nos saludaron efusivamente a todos. Y eso, veneno va, veneno viene y en un vaivén de estos que me encuentro con la Señorita K. "Cuánto tiempo!" dijimos los tres al unísono, porque lo cierto es que todos conocíamos ya a la Señorita K. Pues eso, lo que tienen los reencuentros, una efusividad excesiva (remarco la etimología de "excesiva"). Pues por ahí que se fue la Señorita K con Euchrid a pasear un rato por la pista de baile, o eso creía Euchrid... hasta que de pronto todo empezó a ir a 15 frames por segundo, como en las primeras pelis de los Lumière estos y tal; luego a 8 a 5 a 4 a 2 y por fin, ... la pausa. Nunca antes había sido así con la Señorita K. Siempre (tan sólo dos o tres veces hace unos años) habíamos paseado decidiendo ambos el camino, pero esta vez decidió ella el recorrido del periplo por completo. El centro de gravedad de Euchrid se tambaleó hasta convertirse en un algo no existente. A flotar pues por la pausa, por el ritmo obciso. Despegaron entonces la Señorita K, el Alakran, Euchrid, y yo hacia el espacio sideral que hay entre el cráneo y los pies. Hasta Johnny Depravo el rey del despegue, que nos acompañaba a los tres, se sintió empujado por la onda expansiva del despegue. Fue precioso pasear por la pausa con la Señorita K, no pensando Euchrid en ningún momento tener una experiencia tan trascendental con la susodicha y mucho menos rodeado de malditos. Lo cierto es que desde que Euchrid salió de la ciénaga miedo tenía de andar con desconcocidas como la Srta. K pero bueno, siempre hay una excepción dicen... no? El caso es que paseamos durante horas por el caramelo de los sentimientos y también por el ácido sulfúrico de los sentimientos y por la salsa agridulce de los sentimientos y por la cal viva de los sentimientos, y por el fuego interior que lucha contra el hielo interior, todo ello presentado en un gran plato de recuerdos y trascendencias equiparables a lo que para los cristianos es la biblia, para los futboleros el sofá... bueno eso, cosas importantes joder. El caso es que fue una experiencia increíblemente inesperada, trascendentalmente imponente y emocionalmente memorable. Eso si, creo que tardaré mucho mucho tiempo en volver a quedar con usted, Señorita K. Aunque la noche fue memorable, creo que no la voy a llamar esta semana. Cuídese mucho. Ah! por cierto, El Alakran está de viaje, quizá pueda usted ponerse en contacto con él de nuevo y juntos puedan ir a bailar un rato al Harvest Blue. Un besito para K de parte mia y de Euchrid.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

esto es puta basura mediática.

(todo esto va con cariño y poco respeto hacia las actividades del susodicho Alacrán) la realidad de la noche fue un tio babeante y triste que no era capaz de llegar al cuarto de baño a expulsar los vomitos que le escocìan en la garganta. Este ser que presume de viaje deyectó todos sus detritus sobre la mente de mi amigo Mingus hasta hacerlo un ser babeante incapaz de amarse a sí mismo. Afortunadamente este día fue de los últimos en los que me tuve que cruzar con la burbujeante y espontanea violencia con la que el Alacrán azotaba a mi hermano. Es por eso que yo también celebro la existencia del Día de los Malditos, verdadero punto de inflexión en el que Euchrid Mingus decidió estar más pelmazo que nunca y espantar a todas sus antiguas amistades hasta el final de la sala de rítmos. Toda una azaña, compadres. (de mujeres nada se supo en esa noche, huelga decir).

12:31 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

esto es puta basura mediática.

(todo esto va con cariño y poco respeto hacia las actividades del susodicho Alacrán) la realidad de la noche fue un tio babeante y triste que no era capaz de llegar al cuarto de baño a expulsar los vomitos que le escocìan en la garganta. Este ser que presume de viaje deyectó todos sus detritus sobre la mente de mi amigo Mingus hasta hacerlo un ser babeante incapaz de amarse a sí mismo. Afortunadamente este día fue de los últimos en los que me tuve que cruzar con la burbujeante y espontanea violencia con la que el Alacrán azotaba a mi hermano. Es por eso que yo también celebro la existencia del Día de los Malditos, verdadero punto de inflexión en el que Euchrid Mingus decidió estar más pelmazo que nunca y espantar a todas sus antiguas amistades hasta el final de la sala de rítmos. Toda una azaña, compadres. (de mujeres nada se supo en esa noche, huelga decir).

12:31 a. m.  
Blogger Euchrid said...

Menos mal que El Alakran (cómo te echo de menos Al!!) ya se marchó. Supongo que el espectáculo que dieron Euchrid y El Alakran fue lo más... pero la verdad es que esa noche todos aprendimos muchas cosas de nosotros y de los demás.Lo cierto es que la culpa de todo la tiene El Alakran. Un hurra para Johny Delpravo, para el Vengador Electrón y para 2motoresquechingan. Sin vosotros esto nunca hubiera sido lo mismo.

1:19 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hello valenciano!!!!
Uff, no me enteraba de cómo funciona este sitio. Está claro que habrán camisetas para ti tambien, toda hermandad del kitchen. Tendrás que explicar bien esta doble personalidad que tienes del alacran yt el euchrid, muchos besos, a ver cuando vuelves por aqui.

3:51 p. m.  
Blogger Euchrid said...

Esto es como la santa trinidad o como los lubricantes: 3 en 1. El Alakran, Euchrid y yo mismo. Como los 3 mosqueteros, uno para todos y todos para uno. Un besazo!!!

4:04 p. m.  

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